La carne de cerdo, una carne para todos
Investigaciones realizadas para identificar las ventajas de la carne de cerdo, demuestran que esta carne puede aportar menos grasas totales y en consecuencia menos calorías que las carnes de res o de pollo. Y esta es una de las razones por la que esta carne puede recomendarse para el consumo de diferentes dietas y como parte de una alimentación saludable.
Entonces, ¿quiénes pueden consumir carne de cerdo?
Vamos a recordar cuáles son las propiedades nutricionales de esta carne:
Las proteínas que aporta son de calidad como las de las otras carnes conocidas
Contiene menos grasa en el músculo y la grasa visible se puede retirar de la carne
Al tener menos grasa disminuye el contenido de calorías
Aporta hierro y un buen contenido de magnesio y potasio
Es baja en sodio (importante cuando hablamos del control de la sal)
Tiene mayor concentración de vitaminas como el complejo B
Y es por su composición que puede ser apta para el tratamiento de enfermedades como la presión arterial elevada o hipertensión, precisamente por el buen contenido de magnesio y potasio y bajo contenido de sodio.
Si la enfermedad es la diabetes, esta carne al tener la grasa visible y que se puede retirar antes de cocinarla, ayuda mucho en la disminución del colesterol, calorías y grasas totales; nutrientes que deben controlarse en esta enfermedad ya que no solo se afecta el metabolismo del azúcar sino también de las grasas.
Para el caso de la obesidad, la carne de cerdo por sus propias características (baja en grasa, calorías) puede usarse en una dieta de adelgazamiento, y por la cantidad de proteínas da sensación de llenura (o también conocido como efecto de saciedad). Inclusive puede ser usada en personas que han sido operadas por cirugía bariátrica.
Y eso no es todo, la carne de cerdo es rica en selenio y este mineral es un antioxidante reconocido por su importancia y efecto protector en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, unido además al perfil de grasas que contiene.
¿Qué es lo que no puedes olvidar?
Cuestión de cocción: Que para el control de estas enfermedades no solo debes considerar la calidad del alimento, en este caso el corte de carne de cerdo que elegirás y el quitarle la grasa visible antes de cocinar, sino que debes cuidar el tipo de cocción que utilizarás, de hecho, prepararla al horno, en estofados o guisos o en cualquier preparación y sin abusar de otras grasas van pueden elevar el contenido calórico o de grasas del alimento.
El tamaño si importa: Como verás no solo es calidad, cocción sino también cantidad. Por más que hayas cuidado la calidad del alimento y su preparación, sino cuidas la porción poco o nada lograrás. Así que una porción 90 o 100 gramos pueden ser porciones de tamaño adecuado para una persona..
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